Escribo este post con bastante delay… por suerte tengo mis notas, las fotos, y a Juan que tiene mucha mejor memoria que yo. Pero antes de consultar todas esas fuentes, me paro a pensar que me hizo sentir, cómo puedo describir mi visión personal sobre este país. Los conceptos que me vienen a la mente son intensidad de su gente, incomodidad de mi parte, incredulidad frente a anécdotas absurdas, y sorpresa al entender bastante el idioma.
No puedo decir que pasé siempre bien, pero creo que con algunos ajustes, este es un destino muy recomendable para conocer una cara distinta de Europa. A continuación les contamos algunas anécdotas, nuestro itinerario, y las cosas que cambiaríamos para disfrutarlo más. ¡Vamos!
Información y tips prácticos
- Tiempo: Nosotros estuvimos 2 días completos libres, los cuales los dedicamos a visitar Transilvania, y 4 días trabajando, donde dedicamos las tardes a recorrer Bucarest. Nuestra recomendación es cambiarlo a 3 días libres para recorrer Transilvania, y un día y medio en la capital sin trabajar.
- Transporte: Para recorrer los pueblos es recomendable alquilar un auto. Los precios son absurdamente baratos, pero cuidado porque el seguro es carísimo. Nosotros tenemos el de la tarjeta de crédito, pero nos decían que en Europa no servía, que había que contratar el de ellos. Como nosotros ya lo habíamos utilizado y sabíamos que estábamos cubiertos, no contratamos el seguro que nos querían vender en la arrendadora de autos, pero estuvimos un buen rato discutiendo.
- Costos: Rumania es muy económica. Les compartimos el detalle de los costos de nuestra estadía de 6 días. Estos costos son considerando que cocinamos solo al mediodía en Bucarest y el resto de las veces fuimos a buenos restaurantes y cafés.
Bucarest
| Comida | 144 |
| Walking tour | 14 |
| Visita Parlamento | 24 |
| Taxis | 38 |
| Hotel | 25 por noche |
Paseo Fin de Semana
| Gasolina | 42 |
| Comida | 73 |
| Estacionamiento | 6 |
| Castillo Bran | 27 |
| Alquiler auto 2 días | 18 |
| Hotel Sighisoara | 33 |
- Alojamiento: Nosotros nos alojamos en el Bvrd. Corneliu Coposu, a dos cuadras del casco antiguo, y la verdad es que si bien estaba cerquísima del movimiento, la zona era fea, daba un poco de sensación de inseguridad. Además el apartamento era MUY raro. La ducha era una bañera en un pasillo entre la cocina y el living. LITERAL. Les dejamos por acá el link para que NO elijan este apartamento para su estancia, aunque el precio estaba muy bien. Creemos que es mejor alojarse cerca del Ateneo Romano que es una zona mucho más linda.
Mi experiencia en Rumania
Mi primer contacto arrancó en Londres, al subirme al avión que nos iba a llevar a Bucarest. En ese avión prácticamente todos eran Rumanos. Al principio no entendía nada… ¿Todos se conocen? ¿Son todos parte de una excursión que vuelve a su país? ¿Pero por qué se pelean? Pero, pará… también discuten con el azafato… La gente hablaba a gritos, se querían cambiar de lugar (prácticamente se cambiaron la mitad de las personas del avión de lugar), discutían pero también charlaban unos con otros. Yo viajaba separada de Juan por unas cuantas filas (no osé a cambiarme) y mi compañero de asiento me habló como una hora hasta que luego comenzó a hablar con mi otro compañero de asiento (yo iba en el medio) y no pararon de hablar hasta que tuvieron que despedirse al bajarse del avión. Cuando me encuentro con Juan al bajar… me dice que le pasó lo mismo!! Creo que nunca en mi vida vi un avión así: realmente pintoresco. Unos días después estamos en la ruta camino a Sighisoara y nos encontramos en un atasco de tráfico debido a un accidente. La gente se bajaba de los autos a charlar con las personas de otros autos desconocidos. Quedé estupefacta, me pareció una genialidad.
Mi siguiente contacto fue la llegada al apartamento. No pude no pensar en la película de Eurotrip viaje censurado. Realmente daba un poco de miedo el barrio del apartamento, el edificio arruinado, toda la zona gris y a medio construir, muchos lugares de apuestas, gente pidiendo limosnas, tiendas con pinta media turbia. Pensé: ¿Voy a estar una semana acá? Me mato.
Al otro día salimos de la ciudad hacia Sinaia, Bran, Brașov, Sighișoara y Sibu. Me enamoré de los paisajes, los castillos y los pueblos de colores. Lamentablemente no pudimos visitar Sibu por el tema del atasco de tráfico. En esos días me fui dando cuenta que entendía bastante el idioma… al leerlo era muy sencillo interpretarlo, y al escucharlo algunas cosas se entendían! Aprendí algunas palabras que me hicieron sentir más cercana.
Volvimos a Bucarest y realmente yo no terminaba de sentirme bien en la ciudad. Me sentía con un poco de miedo, La ciudad me parecía muy gris, cuadrada, sucia… Pero recorriendo un poco todos los días, encontramos muchas particularidades y rincones preciosos. Por ejemplo, nos topamos con TODOS los templos ortodoxos a tope. Pero cuando digo a tope… es a tope… gente afuera porque ya no hay más lugar adentro! Sacerdotes dando la Divina Liturgia en el exterior para poder llegar a más fieles. Impresionante, nunca lo había visto.
Creo que fue una buena experiencia, que en ese momento quizá no disfruté del todo, pero hoy puedo ver que me aportó: conocí una cultura ajena a mi, pero realmente no tan lejana.
Itinerario
A continuación les compartimos nuestro Itinerario
Día 1: Sinaia – Brasov
En Sinaia se encuentra el Castillo de Peleș, ex residencia de verano de la familia real Rumana. Entre montañas y bosques, este es un imperdible. Brașov, tiene todo el encanto medieval que no te esperabas ver acá: calles adoquinadas, casitas de colores, la Iglesia Negra y mucha vida en su plaza central. Todo con los Cárpatos de telón.





Día 2: Sighișoara – Bran
Sighișoara es una de las pocas ciudadelas medievales habitadas de Europa, con torres coloridas, calles empedradas y una historia que se siente en cada rincón. Es también el lugar de nacimiento de Vlad Tepes, el personaje real que inspiró la leyenda de Drácula. Cuando lo visitamos nosotros, no había prácticamente nadie. Por otro lado, Bran atrae a todos con su castillo icónico , aunque con más mito que historia. De hecho ya verán en las fotos que hay más flores que vampiros.






Día 3 – 6: Bucarest
Bucarest tiene muchos lugares imprescindibles, pero que pueden verse fácilmente en un día y medio, y se encuentran a poca distancia a pie. Recomendamos hacer un walking tour para entender un poco más el contexto de la ciudad y el país, su historia reciente con el comunismo y muchas particularidades. Algunos de los lugares son:
- Palacio del Parlamento: Es el segundo edificio administrativo más grande del mundo, después del Pentágono, realmente imponente. Es símbolo del régimen de Ceaușescu, una dictadura muy dura que sufrió el país desde 1965 hasta 1989. Nosotros hicimos una visita guiada que valió mucho la pena.



- Casco Antiguo: calles llenas de bares, restaurantes y ese aire bohemio que engancha.




- Avenida Victoria: Es una avenida muy elegante con palacios, jardines, tiendas, donde podrás ver el Ateneo Rumano, una sala de conciertos muy importante del país.



- Librería Cărturești Carusel: La librería más hermosa que he visitado, podría pasar horas ahí.
- Plaza de la revolución.
- Parque Rey Miguel I: El parque más grande, ideal para relajarse. Nosotros fuimos al Hard Rock Café acá.
- Catedral Patriarcal: centro espiritual de la Iglesia Ortodoxa Rumana


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Amiga, aplique el filtro de Puntuacion: Muy Bien 8 o más y se evitará en buena parte estos disgustos.
Jajaja es cierto! Pero a veces la economía manda!
Gracias por el comentario! Besote