Los imprescindibles de Praga

Esta ciudad roba el aliento. Busco palabras para describirla y todas me parecen demasiado poco, porque realmente es digna de un cuento de hadas.

Nosotros fuimos en época navideña, por lo que la decoración, el ambiente, los villancicos, etc. le daban una magia que pocas veces vivimos. Toda la información sobre la ciudad en esta época del año pueden verla en el post (link).

Plaza de la ciudad vieja con mercado navideño

Praga fue incluida en un viaje que hace honor al nombre de nuestra página. Le dedicamos día y medio a esta ciudad, ya que en el mismo viaje visitamos Budapest y un viaje en auto por Suiza; todo en 9 días! Lo cierto es que nos cansamos bastante, pero pudimos conocer mucho y determinar que queremos volver a República Checa!

Puente de Carlos

Hay dos o tres zonas turísticas  diferenciadas, que puedes usarlas para distribuir tu vista en la ciudad:

  • Ciudad Vieja
  • Barrio Judío (aunque técnicamente está en la ciudad vieja)
  • Malá Strana y el castillo de Praga.

Ciudad Vieja

Es donde se encuentra la mayor cantidad de atracciones y lo que te llevará más tiempo. Te aconsejamos intentar alojarte aquí para poder estar cerca de los lugares de interés y no perder tiempo en transporte.

Las principales atracciones son:

  • Antigua torre del ayuntamiento: es uno de los edificios de la plaza de la ciudad vieja. En una de sus caras se encuentra el reloj astronómico, seguramente la mayor atracción de la ciudad. El edificio puede recorrerse con una visita guiada (nosotros no lo hicimos) y también puede subirse al mirador. Esto último sí lo hicimos y lo recomendamos porque las vistas son espectaculares. Había un mar de gente, y eso le quita un poco el encanto porque no puedes disfrutar tanto, pero igualmente las vistas lo valen.
  • Reloj astronómico: En este reloj se muestra, además de la hora, la posición del sol, de la luna, el mes del año y el signo zodiacal. De las 9 a las 21, a todas las horas en punto, las figuras animadas comienzan a moverse, entre ellas se pueden ver a los 12 apóstoles asomar por dos ventanas. También están representadas la muerte, la vanidad, la avaricia y la lujuria.
  • Plaza de la ciudad vieja: centro de la Praga medieval. Como nosotros fuimos en navidad estaba instalado en ella el principal mercado navideño de la ciudad, y su enorme árbol… una belleza.
  • Iglesia de nuestra señora de Tyn: es una iglesia del siglo XIV muy bonita. Las torres de la iglesia pueden verse desde la plaza, de tal forma que parece que la iglesia estuviese en ella, pero no.  Nos costó mucho encontrar la entrada de la iglesia porque está como en un callejoncito, y de hecho no se puede ver el frente de la iglesia porque hay unos edificios delante. El callejón sale desde la plaza.
  • Torre de pólvora: esta torre era una de las puertas de la antigua ciudad medieval. En el siglo XVIII se comenzó a utilizar para guardar pólvora, y de ahí el nombre con la que se la conoce. Si bien nosotros no lo hicimos, se puede entrar y recorrer.

Otras atracciones cercanas, son, por ejemplo:

  • Plaza Wenceslao: caminando desde la ciudad vieja se llega en unos minutos a esta plaza, coronada por el museo nacional. La plaza es larga y finita, y a lo largo de las avenidas que la contienen se encuentran tiendas, restaurantes y hoteles. En esta plaza es donde normalmente se dan las manifestaciones y festejos.
  • Casa municipal: precioso edificio que reúne sala de conciertos, tiendas, exposiciones y restaurantes. No pudimos entrar, pero el exterior del edificio es espectacular, y también diferente a lo que se ve en la ciudad vieja.

Barrio Judío

El barrio judío se encuentra en uno de los extremos de la ciudad vieja. Las principales atracciones son su cementerio y sus seis sinagogas.

Se puede comprar un ticket para visitar el cementerio, el museo y las sinagogas (exceptuando la sinagoga vieja/nueva) y creo que si bien es un poco caro, vale la pena.

Nunca antes habíamos visitado un cementerio como parte de un recorrido turístico, pero nos habían recomendado tanto este cementerio, que accedimos… y no nos arrepentimos. El cementerio es bastante pequeño, y durante muchísimos años este fue el único lugar donde podían ser enterrados los judíos que vivían en la ciudad. Debido al poco lugar, y a que no podían quitarse las antiguas tumbas, se fueron sucediendo entierros unos sobre otros, dando lugar al paisaje desordenado de lápidas, árboles y musgo, digno de una película de terror.

Hoy en día los judíos que mueren en la ciudad no son enterrados aquí, la tumba más reciente es de 1787.

Cerca del cementerio se encuentran las sinagogas. Nosotros visitamos la Sinagoga española, que es espectacular. La decoración de estilo morisco es para mirarla por horas. Nos encantó. La visita

Malá Strana y el castillo de Praga.

El barrio Malá Strana es para caminar por sus calles, como Nerudova, y también por las menos conocidas, que están más desiertas y conservan el aire de barrio que le sacamos nosotros los turistas.

Para llegar al barrio desde la ciudad vieja podemos aprovechar y cruzar por el conocido puente de Carlos, con sus hermosas esculturas. Lo que no pretendas estar solo y poder sacar unas preciosas fotos como las de instagram… ESTÁ LLENO DE GENTE. Realmente no sé cuándo sacan esas fotos, debe ser un montaje.

En este barrio, tras una buena subida se encuentra el Castillo de Praga. El castillo es en realidad un conjunto de edificios, entre ellos los más impresionantes y bellos son la Catedral de San Vito, la Basílica de San Jorge, el callejón de oro  y el Palacio Real. El lugar es espectacular, pero rebosaba de gente… era tal la cantidad de gente que en muchos lugares te movías en masa, era imposible caminar con tranquilidad. A la catedral de San Vito no pudimos entrar porque había una cola de varias cuadras, y no queríamos desperdiciar el tiempo haciendo fila. El lugar nos gustó mucho, pero en mi opinión pondría entradas limitadas por día, porque con tantas personas es imposible disfrutarlo y apreciarlo como se debe.

Toda la ciudad es para caminarla y perderse en las calles, porque en cada esquina se encuentran lugares que son mágicos. Si bien íbamos con muy poco tiempo, quisimos caminar y que la ciudad nos sorprendiera, sin seguir a rajatabla un itinerario, y realmente valió la pena. Es cierto que no vimos todas las sinagogas, y hubo lugares a los que no entramos, pero recorrer esas calles empedradas llenas de lucecitas de navidad, hizo que esta ciudad tenga un lugar especial en mi corazón.

Espero que les sirva nuestra experiencia y por favor ayúdennos a completar la guía escribiendo en los comentarios. Gracias!

2 pensamientos

  1. Gracias!!! Me fascinó!! Ya quiero ir!!
    Me gusta mucho la redacción porque me hace sentir que también estoy viajando y las fotos confirman lo espléndido del destino, gracias nuevamente

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